Ruka del Cesfam Los Castaños cumple 17 años con atenciones médicas inclusivas e integrales

Son las 10 de la mañana de un día miércoles y el sol pega con fuerza sobre La Ruka del Cesfam Los Castaños. Pese al calor reinante, la energía y el aura de sanación al interior de esta unidad de medicina alternativa mapuche, se percibe de inmediato en el ambiente. Un recinto que funciona al alero del Centro de Salud Familiar desde el año 2001, con un rotundo éxito.

Un lugar que ha sido visitado por prominentes figuras políticas y en donde la tradición por los pueblos originarios, envuelve a cualquiera, sin importar el origen de quien se aposta en la mística “Ruka”.

En junio pasado, cuando se llevó a cabo la celebración del We Tripantu -en rigor, el Año Nuevo Mapuche- el Ministro de Salud, Emilio Santelices, dijo “presente” en la ceremoniosa conmemoración ancestral realizada en este lugar emblema de La Florida.

Aquí no se conoce el protocolar y deslavado “nos reservamos el derecho de admisión”. Todos pueden llegar al Cesfam Los Castaños e inmiscuirse en la medicina mapuche. Conocer este método, sorprende hasta al más escéptico.

Mística absoluta

María Nawelwen Caniuqueo, tiene 63 años y se presenta como la Wentuchefe, o sea, quien prepara la hierba medicinal para los pacientes que llegan a atenderse a La Ruka. “Se prepara en una olla y se suministra para diferentes enfermedades, como la diabetes, el estrés o para dolores de estómago”, cuenta la mujer, quien agrega que jamás se entrega el líquido “caliente”, pues, “el agua tiene que estar tibia” para producir los efectos deseados.

“Este trabajo es un don, no puede llegar cualquier persona y preparar la hierba. Tiene que ser alguien espiritual y tener afinidad con el Machi”, explica Nawelwen.

¿Y qué rol cumple el Machi en la medicina ancestral mapuche? “Uno nació para esto, no hay un colegio o una universidad para estudiar para ser Machi”, cuenta Manuel Lincovil, quien tiene 75 años.

La medicina mapuche ancestral -explican en La Ruka- tiene su propio sistema, sus códigos, su modelo y sus caminos a seguir. Está muy ligada a la cosmovisión y a la espiritualidad, a la tierra, a la energía y a estar en contacto con estos elementos. En ella existen cuatro especialistas o agentes: el Machi, la Huentuchefe, el Bawehtuchefe y el Püñeñelchefe.

“Estos son los especialistas de la medicina mapuche, es una condición innata. El Machi es el principal, porque es quien hace el diagnóstico. Para nosotros es muy importante porque podemos saber por qué está enferma(o) y de qué”, señala Lincovil.

A juicio del Machi, si no se tienen esos antecedentes, “no se puede sanar”. Lo importante, explica, es que una vez que se hace el diagnóstico de acuerdo a la enfermedad, se recomienda la hierba que debe ingerir en base a la patología que se tiene.

“El Machi ve la orina y con eso hacemos el diagnóstico”, explica Lincovil, quien complementa: “La idea nuestra es poner al servicio de la comunidad nuestra medicina, sabiduría y conocimiento en la salud”, señala el Machi. ¿Y el análisis de la orina? “Esta te muestra la realidad del ser humano, una enfermedad hereditaria, congénita o un desorden de alimentación”, especifica el Machi Lincovil.

Salud integral

El director del Cesfam Los Castaños, Luis Deza, considera que el modelo de salud familiar que se trabaja en este recinto, tiene un enfoque amplio y está dado por lo biopsicosocial, entendiendo a una persona desde la integralidad.

“Todas las personas tenemos mitos, creencias, apreciaciones y el cómo incorporamos al saber popular, con el tema de las culturas; también nos sirve para la salud. Una Ruka, la medicina mapuche, a través de las atenciones del Machi, son complementarias del quehacer” de este Cesfam, señala Deza, quien luego agrega que en el fondo se trata de la complementariedad de las acciones entre este centro y la medicina tradicional de atención primaria que despliega este Cesfam. Ambos métodos de funcionamiento, “están centrados en la familia y en el usuario” de toda la comuna de La Florida.

Esta visión va en línea con lo que aplica el Área de Salud de la Corporación Municipal de La Florida (Comudef), en términos del desarrollo y el vínculo con la salud ancestral, específicamente con la medicina mapuche y cómo ésta se despliega a través de la comunidad Kallfulikan a cargo de La Ruka.

En ese contexto, Alfredo Bravo, jefe del Área de Salud de la Comudef, señala que “casi el 80 por ciento de las atenciones que se desarrollan en La Ruka por el Machi, son usuarios nuestros que no son mapuches y que buscan una alternativa de salud distinta a la convencional. Desde ese punto de vista, complementan desde una mirada holística, las atenciones que nosotros entregamos”.

El coordinador del proyecto de Salud de Medicina Mapuche en La Florida, Samuel Melinao, explica que tras 17 años de trabajo en la comuna, “se ha dado un gran avance y uno quisiera lograr más cosas”. Aun así, cree que “esta experiencia ha tenido un crecimiento significativo y la ciudadanía reconoce que existe la medicina de los pueblos indígenas y que siempre ha existido. Por naturaleza, está presente y nosotros como comunidad lo hemos puesto a la luz pública y al servicio de la gente”.

A juicio de Melinao, se trata de darles una mejor calidad de vida a las personas, de forma directa, independientemente de la raza y el color. Se trata de trabajar de forma complementaria con la medicina convencional y siempre bajo el alero de la inclusión.

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