El presente de la comuna es posible visualizarlo a través del pasado de nuestros héroes y de aquellas personas cuya vocación consiste en salvar vidas. Y el trabajo de los Bomberos debe ser realzado constantemente por ese objetivo de ayudar al prójimo sin pedir nada a cambio.
Este enunciado refleja, de buena forma, la interesante jornada que tuvieron los estudiantes del Colegio Alto Cordillera, junto al bombero y coleccionista, Fernando Leyton, un emblemático funcionario de
la institución, que lleva más de una década coleccionando los artículos del trabajo que lo apasiona.
“¿Cuál ha sido su mayor motivación?”, le preguntó un estudiante a Leyton, en una grata conversación que se generó entre los jóvenes de cuarto medio de este establecimiento municipal de La Florida, lugar en el que también se realizó una íntima exposición de los implementos que recopiló el histórico funcionario. El hombre, además, fue respondiendo por cerca de una hora diversas dudas que surgieron en los jóvenes a través de su oficio y, al mismo tiempo, mostró un carro a escala y diferentes cascos que se han utilizado a lo largo del tiempo entre quienes tienen la difícil labor de combatir el fuego.
“Llegar a tener aproximadamente 5 mil piezas de todo tipo, es una satisfacción muy grande. Fuera de las miles de alegrías que me ha dado la vida y todo gracias a Bomberos. Los trabajos que yo tuve fueron gracias a mis compañeros de bomba; me casé gracias a la institución; mis hijos fueron bomberos y yo soy fundador de la 10° compañía”, relata con nostalgia Fernando Leyton.
Siguiendo con la exposición ante los estudiantes, este hombre que ha dedicado toda su vida a este esforzado oficio, cuenta que empezó a trabajar a los 16 años como bombero y a través de su trayectoria logró juntar “cerca de 3 mil parches. Estos identifican a los bomberos, son como un brazalete. Cada compañía tiene su parche”.
La directora del Colegio Alto Cordillera, Teresa Díaz, valoró la actividad y dijo que la historia de Fernando Leyton “es un ejemplo a seguir. Los chiquillos necesitan metas. Es una muestra de resiliencia, para que ellos cambien su vida y tengan mejores desafíos. Por eso elegimos un cuarto medio para la visita”.