“Si el mar está malo para poder extraer recursos, se puede ir a la playa a sacar conchas, lo que no implica mayor riesgo y así es posible obtener material para hacer ladrillos con conchas marinas. Estos tienen propiedades bastante buenas al ser de alta resistencia, además de ser ecológicos e impermeables”.
De esta forma, el profesor de ciencias del Liceo Los Almendros de La Florida, Marcel Fuenzalida, explicó el impacto que tiene el proyecto que crearon tres alumnas de segundo medio de este establecimiento y que consistió en la elaboración de ladrillos con los propios restos de conchas existentes en el mar.
En este caso, se utilizaron sobras de almejas marinas tras un minucioso trabajo de recolección. Tras esa etapa, los jóvenes molieron el molusco que habita en la costa de Chile, para después obtener una arenilla de la especie.
“En un futuro, perfectamente se podrían hacer construcciones en el norte del país, ya que al ser un ladrillo blanco, no permite que se sobrecaliente el interior de una casa, lo que es un beneficio para la gente en el verano”, argumentó el profesor Fuenzalida, quien lideró esta iniciativa que alcanzó la tercera posición en el 13er Congreso Regional Escolar de la Ciencia y la Tecnología Explora de Conicyt y la Universidad de Chile.
El docente, quien de profesión es biólogo marino, cree que este inédito e histórico tercer lugar es un logro compartido y que no solo refleja el arduo trabajo que se hizo, sino que, además, “demuestra el mérito de las estudiantes”, sobre todo por lo que cuesta hacer ciencia.
Calidad y eficiencia
“Fue súper bueno participar, porque nos ayuda a crecer en el tema científico y a desarrollarnos para tener más personalidad. Siempre me ha gustado la ciencia. Me sorprendió el resultado, la consistencia de los ladrillos, quedaron muy firmes, de hecho mucho mejor de los que ya hay”, dijo Fernanda Quezada, quien cursa segundo medio en el Liceo Los Almendros y es una de las integrantes del equipo que alcanzó el tercer lugar con el proyecto de los ladrillos con conchas marinas.
Los ladrillos “están súper buenos para la construcción y el reciclaje”, enfatizó la estudiante.
Por su parte, el alcalde de la Municipalidad de La Florida, Rodolfo Carter, al ser consultado por esta iniciativa, precisó que el Área de Educación de la Corporación Municipal de La Florida (Comudef), está trabajando constantemente por entregar un servicio educativo público de calidad y eficiente, mediante un método que vaya de la mano con entregar herramientas innovadoras.
“Así es como en el futuro, nuestros jóvenes marcarán la diferencia en la sociedad. Y ese modelo, precisamente, es el que buscamos a través de toda nuestra red de colegios, liceos y jardines infantiles municipales”, señaló el alcalde Carter.
Estudiantes motivados
A su vez, el director del Liceo Los Almendros, Gabriel Ayala, puntualizó que sus estudiantes están muy motivados en desarrollar nuevos trabajos y experimentos. Y por esa razón, surgió la idea de participar en este torneo organizado por Conicyt.
“Construyeron los ladrillos en un molde, hicieron pruebas, los tiraron desde el tercer piso y resistieron los golpes. ¡No se quebraron, es algo fantástico!”, precisó la autoridad.
Otras de las personalidades que celebró el logro del Liceo Los Almendros, fue el jefe del Área de Educación de la Corporación Municipal, Juan Minchequeo: “Quiero felicitar, de forma sincera, a las estudiantes del Liceo Los Almendros por este tercer lugar. No me cabe duda que las alumnas dejaron lo mejor de sí para poder darle vida a este proyecto”.
“Es un verdadero orgullo, porque con estos trabajos es como se empieza a generar conciencia para cuidar el ecosistema”, cerró la autoridad.
Fernanda Quezada, una de los estudiantes que participó en el proyecto: vamos a patentar los ladrillos
¿Cómo se les ocurrió la idea de hacer estos ladrillos?
-El proyecto nació porque habíamos postulado a un proyecto para ir a la Antártica pero, lamentablemente, no resultó. Y el profesor de ciencias nos contó lo de Explora de Conicyt y luego vimos cómo participar. Las conchas al ser desechos inorgánicos, en general, no se ocupan mucho y, al final de cuentas, afectan al planeta. No tienen un uso propio y quedan ahí, en la costa. Al usar las conchas a través de nuestro proyecto, no solo estamos cuidando el ecosistema, sino que le estamos dando un objetivo al material que se extrae del molusco.
¿Qué es lo que más costó en su elaboración?
-El proceso de molienda, sin duda. Molimos las conchas a mano y en eso nos demoramos mucho; requería de mucho esfuerzo físico. Nos demoramos como tres semanas y, en ese tiempo, sacamos como tres kilos y medio de arenilla de conchas, con el cual se pueden construir los ladrillos.
¿Qué viene ahora con este proyecto?
-Vamos a seguir perfeccionándolo, para luego poder patentarlo. Me gustaría que se ocuparan los ladrillos para la construcción. Serían genial ver casas con nuestro producto. Vamos a trabajar para eso.
Fue noticia en la prensa
Imágenes de un proyecto revolucionador