Salud de La Florida entrega recomendaciones para evitar asfixias por inmersión
En medio de las celebraciones por la Navidad, Año Nuevo y la propia llegada del verano, llegan instancias de relajo y entretención. Pero, también, aparecen los riesgos por accidentes. Uno de ellos, es la asfixia por inmersión, vale decir, el ahogamiento que se puede producir en las piscinas, tanto particulares como públicas o incluso en las tinas de baño.
Unas de las recomendaciones más simples, pero contundente para evitar hechos de este tipo, dice relación con la constante supervisión de un adulto. También, que las piscinas no cuenten con elementos de juego en ellas de manera constante, porque de esa manera, se puede generar una atracción inherente y un niño puede caer al agua.
Desde la Corporación Municipal de La Florida, específicamente desde el área de Salud de la Municipalidad que dirige el alcalde, Rodolfo Carter, informan a diario sobre las medidas preventivas en la dimensión de la atención primaria inserta en el modelo de Salud Familiar, por lo cual, resulta clave el darle a conocer, oportunamente, las medidas a los vecinos y vecinas de La Florida.
Pero, ¿qué es la asfixia por inmersión? Más comúnmente conocida como ahogamiento, es la sofocación que se produce por sumergimiento en cualquier medio líquido. Puede ocurrir en cualquier época del año, pero en verano es más frecuente.
En Chile, la asfixia por inmersión es la primera causa de muerte por lesión no intencionada en el grupo de uno a cuatro años. Un dato de la causa: para que un niño se ahogue sólo son necesarios 27 segundos y cinco centímetros de agua. Es importante destacar, que todos los niños tienen algún riesgo de ahogamiento, sin embargo, el peligro aumenta en niños que tienen entre 12 y 36 meses, producto de accidentes en la tina, inodoro o recipientes pequeños como baldes o piscinas inflables.
“Resguardar a nuestros niños cuando disfrutan de la piscina, es clave. Pero hay que tener conciencia del riesgo en relación a lo que implica un leve descuido. Y con el alza en las temperaturas, además de la pronta llegada del verano, es posible que pasen más tiempo bañándose, con lo cual, aumentan las opciones de accidentes a causa de la asfixia por inmersión. Por eso, como red de salud primaria, nos interesa orientar a las familias y entregarles consejos claves acerca de cómo prevenir un ahogamiento”, afirma el director de Salud de la Corporación Municipal de La Florida, Alfredo Bravo.
¿Cómo evitar una asfixia por inmersión o ahogo en una piscina?
- Instalar rejas adecuadas en las piscinas.
- Supervisar a los niños cuando se bañan.
- No confiarse en que saben nadar.
- Manejar técnicas de reanimación básica a todo adulto que supervisa niños.
- Evita la práctica de juegos riesgosos en el agua.
- Enséñales a nadar precozmente.
- Enseñarles autocuidado y conciencia del peligro.
- Recordar la máxima 10/20, es decir, observar cada 10 segundos a los menores en la piscina y no tardar más de 20 segundos en llegar a ellos en caso de accidente.
Muchas veces, papás, mamás o familiares de niños pequeños, confían en demasía de los flotadores. Pero atención: los flotadores que se utilizan en los brazos tipo “alitas” y los chalecos salvavidas, no se encuentran dentro de la normativa y sólo pueden ser utilizados como elementos de apoyo para que los niños puedan sentirse más confiados en el proceso de aprender a nadar, pero nunca pueden ser usados como reemplazo de la supervisión de un adulto.
En consecuencia, los flotadores pueden pincharse, romperse o escurrirse, especialmente los flotadores tipo rosca. Ciertamente, la mezcla de agua y bloqueador en el cuerpo del niño genera una especie de jabón que provoca que los menores resbalen, quedando completamente sumergidos en el agua..
Finalmente, desde la Corporación Municipal de La Florida, realizan un llamado a la constante prevención y supervisión de adultos y así evitar descuidos. Y es que, desde esta dependencia, la misión es entregar acciones de promoción, prevención y tratamiento y rehabilitación en salud primaria en base a la cartera de prestaciones del modelo de salud familiar. Un enfoque aplicado en los Cesfam, Centros Comunitarios de Salud Familiar (CECOSF), Servicios de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) y otros dispositivos.
