Rehabilitación comunitaria en La Florida: Un Modelo de éxito y esperanza
Desde el año 2006, la Municipalidad de La Florida ha implementado un innovador programa de rehabilitación en tres de sus Centros de Salud Familiar (CESFAM), dirigido a pacientes con graves problemas motrices y cuyos resultados entregan una luz de esperanza a los pacientes con estos padecimientos.
Por: Andrea Larrosa
El proyecto, denominado “Rehabilitación de Base Comunitaria”, tuvo sus inicios en el CESFAM Los Castaños, gracias a una colaboración con el gobierno japonés. Dado el éxito inicial, la Corporación Municipal decidió expandir y consolidar este programa, que hoy se extiende también a los CESFAM Bellavista y José Alvo.
El CESFAM José Alvo es uno de los pilares de este programa. Aquí, Macarena Sepúlveda, coordinadora de la sala de recuperación, lidera un equipo comprometido con la rehabilitación integral de sus pacientes. “Para nosotros ha sido hermoso este trabajo. Queremos ser la mejor forma de rehabilitación, pero no la única. Queremos ser lo mejor, darles lo mejor, y tenemos casos de evolución espectacular, tratando de que sus procesos de rehabilitación terminen en un proceso de inclusión laboral, familiar, etc. Acompañar a las personas en este proceso es una gratificación diaria para nosotros”, afirma con entusiasmo.
El programa está diseñado para atender patologías osteomusculares como artrosis, hombro doloroso, y dolores de rodilla, así como también condiciones neurológicas como parálisis, Parkinson, y otras enfermedades que afectan el sistema nervioso. Los pacientes son derivados por médicos cuando cumplen con ciertos criterios, como haber estado bajo tratamiento medicamentoso por al menos tres meses sin mejoría significativa. En algunos casos, como aquellos con licencia médica, se les da prioridad en la atención, lo que les permite justificar su interrupción laboral y evitar problemas con el pago de sus reposos prolongados.
La espera para ser atendido puede variar. Aquellos sin prioridad pueden esperar hasta un mes y medio, pero nunca más de tres meses. Sin embargo, es crucial que los pacientes mantengan actualizados sus datos de contacto, ya que cualquier cambio puede retrasar su tratamiento y en algunos casos ha sido así.
“Mejoraron mi calidad de vida”
Jessica Contreras es una de las pacientes que ha experimentado de primera mano el impacto positivo de este programa. En octubre pasado, sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) que la dejó con severos problemas motores y afasia. “ellos mejoraron mi calidad de vida. Llegué en silla de ruedas en octubre pasado, no hablaba y no movía nada”, recuerda Jessica. Sin embargo, gracias al trabajo conjunto de Macarena y un equipo de fonoaudiólogos, su evolución ha sido asombrosa. “Ahora yo muevo mi cuerpo, camino y puedo hablar. Estoy muy agradecida de este programa, me tratan con cariño, se preocupan por mí, quieren que mejore y se nota que para ellos es más que un trabajo”, comenta emocionada.
El éxito de este programa no solo se mide en términos de recuperación física, sino también en la reintegración social y laboral de los pacientes. El equipo de rehabilitación no se conforma con ver mejoras en la sala; su objetivo es que cada persona recupere su independencia y vuelva a participar plenamente en su comunidad.
La iniciativa de rehabilitación comunitaria en La Florida es un testimonio de cómo la colaboración y el compromiso pueden transformar vidas. Con más de una década de resultados positivos, este programa continúa siendo un modelo a seguir en la atención de salud pública en Chile, demostrando que la rehabilitación no solo es posible, sino que puede ser la clave para devolver la esperanza y la dignidad a quienes más lo necesitan.