Décimo aniversario del Sol del Illimani: arte, unidad y emoción para cerrar el año escolar

Décimo aniversario del Sol del Illimani: arte, unidad y emoción para cerrar el año escolar

El Colegio Artístico Sol del Illimani despidió el año académico con una vibrante agenda de actividades que celebraron su compromiso con el arte, la creatividad y la comunidad escolar. En noviembre, el colegio conmemoró 10 años de vida, una década dedicada a formar estudiantes en un ambiente donde el arte es el corazón de su identidad educativa.

Durante casi un mes, del 23 de noviembre al 19 de diciembre, el colegio se llenó de música, color y compañerismo con eventos como el Atelier Concierto SCD, y las emotivas Galas de Instrumento y Elencos. La celebración Alianzas en Comunidad, realizada del 25 al 28 de noviembre, reforzó los lazos entre los estudiantes a través de actividades recreativas y artísticas.

“El Colegio Artístico Sol del Illimani es un ejemplo inspirador de cómo el arte y la educación se entrelazan para formar una comunidad vibrante y comprometida. Celebrar una década de vida no solo refleja el talento y la dedicación de sus estudiantes y docentes, sino también la fuerza de un proyecto educativo que pone la creatividad y el trabajo en equipo en el centro de su identidad. Desde la Corporación Municipal, seguiremos apoyando este tipo de iniciativas, que no solo enriquecen el aprendizaje, sino que también fortalecen los lazos entre la comunidad escolar y su entorno”, señala la directora del Área de Educación de la Corporación Municipal de La Florida (Comudef), Daniela Alvarado.

El broche de oro fue el Carnaval del Sol, el 13 de diciembre, donde toda la comunidad escolar festejó el cierre del año con creatividad y alegría. Este fin de ciclo no solo destacó el talento y esfuerzo de los estudiantes, sino que también reafirmó el espíritu de unidad y pasión por el arte que caracteriza al Colegio Sol del Illimani en su primera década de existencia.

Toda esta articulación, tiene en su génesis un fuerte componente artístico, dado por la naturaleza y sello de la propia banda Inti-Illimai, que coordina dicha dimensión del establecimiento y le otorga un claro valor cultural a las acciones que llevan a cabo desde este emblemático colegio de La Florida. En esta línea, César Jara, coordinador de este recinto, explica que “mi rol en el Colegio Artístico Sol del Illimani siempre ha estado enfocado en la coordinación del plan de formación artística. Soy profesor de música de profesión y desde el inicio del colegio he trabajado como nexo entre el equipo directivo y el grupo Inti Illimani para desarrollar todas las áreas de gestión. La principal de ellas, por supuesto, es el plan de formación artística, pero también me he involucrado en la gestión cultural y en la vinculación con el territorio”.

De acuerdo a esta visión, queda plasmado el germen de inicio de cómo se sitúa el Colegio Artístico Sol del Illimani a la hora de coordinar e instalar su forma de educar y que, año a año y día a día, se visualiza en la organización de actividades cargadas de emoción; vibrantes y donde la cultura y el arte se entremezclan para unir a las personas y a la comunidad escolar.

Como contrapartida, Jara detalla que el colegio ha construido una relación muy importante con la Corporación Municipal y la Municipalidad, lo que le ha dado un carácter de proyecto comunal. En este sentido, su labor ha sido la de coordinar y representar a Inti-Illimani en todo lo relacionado con el desarrollo y proyección del colegio Sol del Illimani. Un modo de trabajar que, precisamente, se proyecta en cada instancia que implementa el colegio a lo largo del año.

Actividades emotivas: el corazón a mil

Entrando de lleno en las jornadas ya descritas al inicio de esta crónica, Paulo Albornoz, el director del Colegio Artístico Sol del Illimani, puntualiza que en concierto de la banda Atelier en la tradicional sala SCD, es relevante porque es un escenario grande, importante, que, en el fondo, da como una dimensión de puro profesionalismo: “Ustedes (los estudiantes), tienen el derecho de autor y es una sala que genera el circulante de músicos nacionales. Que los chiquillos lleguen ahí es importante. Ahora, este no es el primer concierto que se hace, sino que se han hecho alrededor de seis o siete conciertos a lo largo de la historia del Sol. Es una propuesta en la que se instala una plataforma musical y cultural a nivel nacional y que queda dispuesta para los niños”.

En concreto, la banda que dirige el profesor Moya, es parte de los elencos emblemáticos del colegio. Su formación es cercana al año 2017-2016, cuando parte como un taller de jazz y se institucionaliza como una banda más estable de la escuela. Desde quinto básico a cuarto medio, con diversidad de instrumentos. “Han llegado a ser quince o veinte estudiantes en el escenario a lo largo de los años”, sostiene Albornoz, porque en el fondo, todo el trabajo de estos diez años, sobre todo en el tema artístico, permite visualizar cómo se han sostenido en el tiempo los proyectos que han nacido desde los propios estudiantes.

“Es importante recalcar que el Atelier, el Ensamble Víctor Jara y otros elencos que aparecieron desde 2016 en la escuela, se han sostenido porque hay una institucionalización que los reconoce. Se permite que sigan desarrollando, independientemente de la rotación de estudiantes. Los elencos se mantienen vivos porque es la escuela la que promueve el espacio”, señala enfático el director de este establecimiento.

¿Cómo fue la recepción del público en la sala SCD? Paulo Albornoz, señala que la recepción del público siempre es interesante. Esta es una etiqueta abierta en la que puede ir cualquier persona. Es parte de la parrilla programática de la sala de conciertos. Va gente del colegio y también externa. “Siempre es una respuesta maravillosa por el talento”, afirma el director del Sol del Illimani.

Actividades lúdicas

Por primera vez en diez años -cuentan desde este recinto educacional-, se tomaron una semana completa con alianzas. La solicitud de la dirección fue incorporar a todos los estudiantes de distintos niveles. “Eso fue un golazo porque hubo participación desde preescolar a cuarto medio. Hicimos actividades lúdicas y de conocimiento. Hicimos una carrera de saber y un Quién Quiere Ser Millonario con la historia del colegio. Incorporamos a apoderados en pruebas y campeonatos deportivos, junto a funcionarios. El sello de este año fue en comunidad”, relata Paulo Albornoz. Además, la coreografía de la alianza incluía dos apoderados y dos funcionarios. Funcionó de manera óptima, y los apoderados estuvieron dispuestos a participar. “Proyectamos que las alianzas no son solo para estudiantes, sino para toda la comunidad”, dice el director.

En relación a la gala de instrumentos, en esta instancia se presentaron una serie de instrumentos como clarinete, bajo acústico, piano, guitarra eléctrica, entre otros. Esto significó bastante para la comunidad. “La gala permitió a los estudiantes mostrar su talento, destacando el proceso pedagógico de la asignatura de instrumentos. Es importante mencionar que esto no está relacionado con los elencos artísticos, ya que estos son actividades programáticas específicas del colegio y no una asignatura como tal. Los elencos son parte del programa propio del colegio y se desarrollan bajo una institucionalidad que los reconoce año tras año”, subraya el Paulo Albornoz.

En consecuencia, la gala de instrumentos tiene una gran relevancia porque permite a los estudiantes mostrar el trabajo realizado durante el año. En esta instancia se pone en el centro del proceso a los niños, destacando el esfuerzo y los recursos invertidos por la corporación en personal y en programas innovadores de aprendizaje.

Con todo esto, los estudiantes, desde tercero básico, pueden elegir el instrumento que desean tocar. Tienen la opción de mantenerlo durante varios años o cambiarlo entre tercero y octavo básico. Este enfoque innovador potencia la colectividad y fortalece la identidad con el colegio.

Elencos Víctor Jara y Atelier

Por otro lado, los elencos artísticos, como el Víctor Jara y el Atelier, comenzaron en 2016 y han permanecido en el tiempo gracias a la rotación de estudiantes y profesores. Estos talleres representan una instancia de mayor exigencia y profesionalización en comparación con las clases de instrumento regulares. “Los elencos permiten a los estudiantes profundizar en su desarrollo artístico, vinculándolos con otros espacios y niveles de exigencia”, grafica el director del Colegio Artístico Sol del Illimani.

Finalmente, el Carnaval del Sol, en su octava versión, salió por primera vez a la calle. Gracias al apoyo de la Municipalidad de La Florida, las organizaciones sociales y el área de Comunicaciones de la Corporación, se logró cerrar las calles para que 500 estudiantes, junto a sus apoderados y profesores, pudieran danzar con marionetas y batucadas. “La comunidad se contagió del espíritu festivo, convirtiendo el evento en una intervención cultural que fortaleció el vínculo del colegio con su entorno”, profundiza Paulo Albornoz.

Sin ir más lejos, durante los últimos tres meses del año, todas las asignaturas se articulan en torno a este carnaval. Por ejemplo, en una temática de Pascua, los profesores de matemáticas trabajan con análisis estadísticos de la demografía, los profesores de danza preparan coreografías, los de historia enseñan el contexto sociocultural y los de lenguaje analizan textos alusivos. Todo culmina en un espectáculo final con música en vivo, donde se muestra el esfuerzo y la colaboración de toda la comunidad escolar.

“Esta actividad, que originalmente se realizaba en septiembre, fue trasladada a diciembre para cerrar el año con una alta motivación y participación de los estudiantes”, cuenta feliz y agradecido el director de este recinto educacional de la Corporación Municipal de La Florida. Uno que, este 2024, cumplió 10 años de vida y que da señales concretas para potenciar la creatividad en medio de todo un engranaje de aprendizaje, donde se alterna las materias tradicionales con la parte cultural y artística.

Simplemente, notable.

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