La comunidad educativa del colegio Sol del Illimani estaba ansiosa. Una fría mañana y los rayos del sol que apenas permitían entrar en calor. En el patio los alumnos corrían de lado a lado, saltaban y jugaban, haciendo que la espera no fuera tan larga.
Profesores e invitados llegaban hasta el segundo piso del colegio y se instalaban en una sala preparada especialmente para la ocasión. Hasta ese lugar llegaría uno de los cantautores y compositor más rutilantes de la música Hispanoamericana: el trovador catalán Joan Manuel Serrat.
A las 11.40 horas, diez minutos después de lo presupuestado, Serrat entró al colegio y los chiquillos corrieron a abrazarlo. En un establecimiento como el Sol del Illimani, tener a Serrat es un sueño; un lujo que no se da todos los días. Un camino de ingreso de no más de 20 metros se hizo largo, porque el músico se tuvo tiempo para repartir cariño entre los estudiantes que miraban a este hombre de 71 años como un referente y que se encuentra en Chile para celebrar sus 50 años de carrera.
Una vez que logró llegar al salón donde lo esperaban la Directora del Colegio, Cristina Hidalgo, el CORE, Rafael Izquierdo y el Secretario General de COMUDEF, Daniel Reyes, entre otras autoridades, Serrat agradeció las muestras de cariño, dando paso a una charla maravillosa con los alumnos de este colegio artístico. Experiencias y consejos de un verdadero maestro de la música fueron el corolario perfecto para uno de los momentos más emotivos y mágicos en la vida de este establecimiento y su comunidad educativa.
El final no podía ser de otra manera. Un grupo de alumnos del colegio haciendo música, acompañando la entrega en manos de un pequeño de primero básico de un cuaderno lleno de dibujos sobre la historia artística y canciones del trovador catalán, hechos por los más pequeños del establecimiento. Joan Manuel se dio el tiempo para verlo y por sobre todo, como un verdadero maestro dedicó tiempo, miradas y palabras al loco bajito que tuvo el privilegio de compartir con un maestro.