Christian Barton, exponente de la comuna de La Florida:
Promesa del ciclismo nacional en ruta sueña con Panamericanos de 2023 y admira a Wout van Aert
El joven de 21 años, comenta que, en marzo de 2023, tiene los clasificatorios. En concreto, son los nacionales de ruta que podrían llevarlo al certamen regional que se realizará en la capital chilena.
Entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre de 2023, en Santiago, se disputarán en Chile los ansiados Juegos Panamericanos, cuyo lema es “Soñar, Jugar, Ganar”. Precisamente, más de 8 mil deportistas, de 42 países, animarán este certamen que teje historias previas dignas de elogios y aplausos. Es el caso de Christian Barton, quien vive en La Florida junto a su abuela y que ya se prepara para buscar un cupo para clasificar al torneo internacional como ciclista de ruta y pista.
“Estaba entrenando en el Cajón del Maipo”, comenta de entrada este floridano de 21 años apenas contesta el llamado. “En el entrenamiento me fue bien. Me tocó hacer 120 kilómetros. Igual es harto, pero uno se va acostumbrando. Ahora uno lo encuentra poco”, confiesa Barton, que asiente cuando se le comenta que ese trayecto cubre una distancia aproximada de Santiago a Viña del Mar. Y él, lo habla con absoluta soltura, normalidad y confianza.
Este joven, que acaba de estar de cumpleaños, estudió en dos colegios: en el Santa María y el Saint Charles, al lado del Metro Rojas Magallanes. Ambos, particulares subvencionados. En el primer recinto educativo, conoció a alguien que cambiaría su vida para siempre: “Yo empecé a los 13 años, en el colegio Santa María. El profesor Gino Avendaño, por sus propios medios, quiso hacer un taller de ciclismo, en el que nos prestaba bicicletas que eran de él y las llevaba al colegio. Y así fue como empecé en el ciclismo”, rememora.
Más allá del esfuerzo deportivo que implica un deporte de alto rendimiento como el ciclismo, Christian Barton tiene claro que, a exponentes como él, se les pone cuesta arriba el poder surgir como se quisiera. Por esta razón, le envía un mensaje a la propia Federación, al Ministerio del Deporte y a sus pares. Y es que llegar a un nivel competitivo y sembrar la esperanza de poder clasificar y tener una buena presentación en un panamericano, requiere de una constancia a tiempo completo.
“Es un camino muy difícil. Si bien el apoyo es muy poco para deportistas que recién están iniciando, hay que esforzarse y tener mente. Tener un objetivo claro y trabajar por eso, todos los días, porque no sirve trabajar solo de vez en cuando”, aconseja Barton.
“Ahora, hace poco, tuve un primer apoyo mediante un bingo”, relata este ciclista. Con el dinero recaudado, cambiará el marco de la bicicleta, porque la que usa ya le quedó chica y, además, ya la tiene hace más de cinco años. “Es con la que entreno y con la que compito”, para luego agregar que “lo ideal es cambiarla por una de gama más alta para competir a la par de los demás”.
Clasificatorios de marzo
Christian Barton, comenta que, en marzo de 2023, tiene los clasificatorios. En concreto, los nacionales de ruta que podrían llevarlo a los Panamericanos de la capital chilena. “Tengo unos nacionales la próxima semana, en Linares. Más que nada, van a servir para que el técnico de la selección vaya a mirar el desempeño de los deportistas y él vaya haciendo ahí sus tablas para ver cómo van progresando para el nacional de ruta en marzo de 2023; para ver el porcentaje de mejora que tuvieron los participantes”, explica el deportista floridano, quien luego complementa que “él es entrenador de la Federación de Ciclismo, es como el cazatalentos que arma la selección para presentarla a los Panamericanos de 2023”.
¿Cómo podría Barton estar presente en los Panamericanos de 2023? Son seis lugares los que se disputan: dos cupos para la prueba contrarreloj (con tiempo) y en solitario, después, en la prueba de Gran Fondo, que son más largas. “Son 170 kilómetros: ahí son cuatro cupos. Quedan dos de reserva y, dependiendo de los entrenamientos, si es que se sube el nivel a la fecha del Panamericano, podemos pelear el cupo para clasificar”, detalla Barton.
Al ser consultado por las opciones de meterse en la cita de la región, indica que “lo veo bien. De hecho, fui a competir a Colombia hace un par de meses y volví a fines de octubre. El nivel mío aumentó bastante. Todo, fue con miras al nacional de ruta de marzo para prepararme”.
¿Apoyo familiar? “Vivo en la casa de mi abuela materna, acá en La Florida. Es mi gran apoyo, sobre todo mi madre. Desde que empecé en el ciclismo, ha ido para arriba y abajo conmigo a todos lados. Lo que yo necesito, ella ha tratado como sea para conseguirlo. Toda mi familia me ha estado apoyando”, cuenta con emoción.
Natación, fútbol americano y admira a un belga
Barton antes practicó natación y fútbol americano. Hizo muchos deportes antes de conocer el ciclismo. De hecho, lo que más le llamó la atención del ciclismo es la velocidad con la que se anda y los ciclistas profesionales. Éstos, a su modo de ver, “son como de otro mundo, son seres humanos que llevan su cuerpo –literalmente- al extremo, a lo que más da el cuerpo. Por la fuerza del pedaleo, la velocidad y la resistencia que se tiene. Uno se enamora de ver eso”.
Una mirada que va en línea con lo que va experimentando este ciclista a motu propio. Sin ir más lejos, Barton señala que la velocidad máxima que ha alcanzado, en una bajada, fue de 126 kilómetros por hora y, en plano, más o menos, 86 kilómetros por hora.
¿Algún referente de los profesionales? “La verdad, uno de los ciclistas que más admiro, es al belga Wout van Aert”, dice Barton. De hecho, este competidor, en la disciplina del ciclocross, ha sido campeón mundial élite en el 2016, 2017 y 2018, y campeón en la categoría sub-23 en 2014.