Mucho se ha especulado de lo que fue la experiencia histórica del primer cultivo autorizado de cannabis con fines medicinales que iniciamos en la Municipalidad de La Florida junto a la Fundación Daya.
Lamentamos que por fines mezquinos, se nos ha tratado de enlodar y, lo que es más indignante, se ha jugado con el profesionalismo de los médicos y las expectativas de los potenciales usuarios que ven en este tratamiento la posibilidad de disminuir el dolor que provoca el cáncer.
Con el fin de no levantar falsas expectativas en la gente, queremos aclarar lo siguiente:
1. El cultivo y la manufactura del aceite han cumplido con todas las regulaciones que nos han exigido, tanto el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), como el Instituto de Salud Pública (ISP), respectivamente.
2. Se ha dicho que el fármaco no está listo. Eso es mentira. El Laboratorio KNOP, con quienes hemos trabajado desde que trasladamos el cannabis hasta sus dependencias en la Quinta Región, hizo un trabajo serio y riguroso para llegar al aceite que será repartido. Lo único que falta para poder usar el aceite es la aprobación final del Instituto de Salud Pública.
Esperamos de corazón que las autoridades nos ayuden y apoyen para sacar adelante este proyecto. Son 200 las personas enfermas de cáncer que ven en esto una posibilidad real de cambiar su calidad de vida.
Si todo sale como se ha proyectado, estaríamos a pocos días de entregar este fármaco.