Por estos días, la prestigiosa e histórica banda nacional Inti-Ilimani (perteneciente al movimiento musical llamado Nueva Canción Chilena) se encuentra de gira por la celebración de sus 50 años de trayectoria y, además, como tributo para conmemorar los 100 años de Violeta Parra, la emblemática y fallecida cantautora chilena y gran divulgadora de la música popular en Chile.
Uno de sus integrantes, el guitarrista César Jara, habló con “Comudef Noticias” antes de salir a recorrer por el país, oportunidad en la que se refirió al rol que cumple este grupo musical a cargo de la administración artística del colegio Sol del Illimani de La Florida y cómo los alumnos de este establecimiento han ido mejorando y realzando su talento.
El artista reconoce, además, que los estudiantes de este recinto floridano, “van destacando cada vez más, tanto en lo artístico, como en la relación de identidad con el colegio mismo”. De hecho, después de tres años de funcionamiento, César Jara asegura que “no solo hay mejoras en lo académico musical, sino que también existe un fuerte vínculo entre profesor-alumno y éste con sus pares”.
¿Cuáles son esas formas de potenciar los vínculos?
– En las clases de instrumentos, los alumnos tienen micro talleres, con enseñanza personalizada. Trabajamos con pequeños grupos o ensambles, de tres o cuatro estudiantes de distintos instrumentos donde van montando temas en forma colaborativa. Los profesores conversan y diseñan arreglos que son para generar este trabajo, de manera que los alumnos se van conociendo entre ellos y con los distintos docentes. Este año se formó una orquesta de instrumentos latinoamericanos, entonces los alumnos ya están tratando de ingresar a este tipo de espacios que se van transformando en un estímulo para los niños, y a nosotros nos motiva porque los vemos crecer.
¿Cuántas bandas formadas tienen actualmente en el colegio luego de tres años de vida? ¿Cuáles son sus estilos musicales?
– Tenemos varias “células” que han ido formando algo más institucional, con la intención de que queden en el colegio a lo largo del tiempo. Una de ellas, es la Orquesta de Instrumentos Latinoamericano, que por cierto, acaba de ingresar a la COLCHI, una asociación nacional de orquestas latinoamericanas. Esto nos permitirá participar en encuentros nacionales e internacionales con ellos en el futuro.
Esa orquesta es un grupo que ya es estable, de 15 alumnos y queremos llegar a 20 o más el 2017. Además, queremos formar un elenco inicial, para que vayan creciendo y pasando de un grupo a otro. También hay una banda de rock y jazz, que nacen a partir de un taller de música popular. Son siete alumnos que ya van creando repertorios y se van presentando en actos y muestras del colegio. Hay una compañía de danza, que también está funcionando y hay un grupo de teatro musical, que nacieron de las clases de teatro y que tuvieron un trabajo sistemático durante todo el 2016. La idea es que continúen perfeccionándose el 2017.
El colegio que ustedes administran es público, pero su modelo educativo ha sido exitoso. ¿Te parece que, en términos generales, Chile está al debe en la educación pública para potenciar las artes?
– La educación pública está al debe con muchas cosas que van desde la infraestructura a lo administrativo y curricular. Sabemos que el gobierno desarrolla una reforma que intenta considerar a la educación pública al nivel que se merece, pero faltan definiciones en los procesos de futuro en el caso de colegios con perfiles específicos como el nuestro. Están enumerados una serie de procesos, pero no sabemos bien cómo se van a llevar a cabo todavía. Siento que la educación pública, si bien necesita centralizar la administración, hay elementos propios de cada comunidad. Ahí la autonomía es necesaria. En este caso, nosotros tratamos de autogestionar según nuestras necesidades específicas.